Desde siempre los cristianos hemos buscado la sonrisa de la Virgen María. Ella sonríe cuando entona el Magnifica. Ella sonríe a Bernardette en Lourdes cuando la joven le pregunta por su nombre. Ella, cuando nos sonríe, nos hace caer en la cuenta de la gran dignidad que tenemos. La calidad de la imagen no es tan buena como en vídeos anteriores, pero es suplida por el fervor con que se dice lo que se dice.